Para hablar de peritonitis, debemos primero saber que el peritoneo es una capa que tenemos todos los seres humanos y que reviste nuestras vísceras para darles protección y mantener un ambiente húmedo dentro del abdomen.
La peritonitis ocurre cuando algún proceso inflamatorio como pus o algún líquido se sale de alguna víscera como los intestinos o el estómago y toca esta capa mencionada llamada peritoneo (de ahí el nombre de “peritonitis”). Apegándonos a la definición dada, casi cualquier enfermedad dentro del abdomen y de los órganos puede generar peritonitis con inflamación y daño a esta capa.
Hay formas de peritonitis leves que simplemente generan dolor y pueden ser tratadas con antibióticos de manera tomada (vía oral), sin embargo hay algunos tipos de peritonitis que son ocasionados por perforación del estómago o el colon que hacen que todo el líquido dentro de dichos órganos se acumule dentro del abdomen, generando peritonitis y a su vez inflamación con mucho dolor, fiebre, náuseas, vómito y un estado muy grave para quien lo sufre y que en muchas ocasiones amerita una cirugía de emergencia.
Definitivamente es un diagnóstico que debe realizarse oportunamente y ser tratado de acuerdo a la gravedad y el órgano que se encuentre afectado. La gran mayoría de las peritonitis se manifiestan con dolor muy intenso en todo el abdomen que no cede con analgésicos convencionales y por otro lado la fiebre tampoco cede fácilmente. La recomendación es acudir a un servicio de urgencias para confirmar o descartar este diagnóstico. Actualmente hay muchos métodos para diagnosticarlo fácilmente, por eso es de suma importancia acudir rápidamente a una valoración por que la demora en el tratamiento puede desencadenar la muerte en algunas ocasiones.